Un contrato con resultados
Pocas son las relaciones comerciales, profesionales, por servicios o por bienes, que sellan sus intercambios con el empleo de todo lo que debe contener un contrato. Por tal razón, en esta entrega, te explicamos lo que necesitas tener en cuenta para que tus relaciones comerciales sean saludables, perduren en el tiempo y te permitan ejercer plenamente tu derecho a la libertad de contratación reconocido en el Art. 66 núm. 16 de la Constitución.
Dicho sea de paso, se intentará obviar aquello que siempre lleva un contrato. Es decir, los datos de las partes que comparecen, su lugar de domicilio, forma de contactarse y demás. De esta manera, se hará énfasis en las cláusulas que harán de tu contrato un instrumento que cumpla con todas las expectativas del negocio que busca regular.
Lo que debe contener un contrato
Un contrato es la forma en que una persona se obliga para con otra en dar, hacer o no hacer una cosa, segun lo define el Art. 1454 del Código Civil (CC). De él se pueden generar derechos y obligaciones; por ello la importancia de que el contrato contenga claras tres cosas especialmente. La primera: el objeto del contrato, es decir, deberá definir con claridad cuál es el fin que lleva a las partes al intercambio recogido en el documento. Si es la entrega de un bien, sus características y especificidades. Si es la provisión de un servicio, las condiciones y alcances del mismo.
En segundo lugar, debe aclararse el tiempo en que deberán cumplirse las obligaciones de cada una de las partes. Esto supone la determinación de un plazo de ejecución, cuando se trata de una obra, o una fecha de entrega, cuando se trata de un bien. Todo ello en sintonía con la obligación de la parte que recibe, en lo referente al pago de los valores acordados.
Sobre este último punto se basa el tercer aspecto a tener en cuenta en nuestro contrato. El dinero que debe ser entregado por una de las partes a la otra. Debe establecerse todo, literalmente, de la manera más clara posible, de manera que no dé lugar a interpretaciones ajenas a la voluntad de las partes, (Art. 1576 CC). Eso incluye cuál es el monto, la forma de pago y las fechas en que deban realizarse abonos. De ser el caso, se deberá exponer las condiciones de las multas que deban sumarse o restarse por el incumplimiento total o parcial de parte de uno u otro actor.
La necesidad de un contrato
En la actualidad, contar con un documento escrito con todo lo que debe contener un contrato, es la manera más adecuada de asegurar el cumplimiento de un negocio. Internet cuenta con modelos que pueden servir de base para formalizar un contrato, sin embargo, puede resultar poco adecuado en ciertos casos. Esto, pues hay elementos que deben ser adecuados para cada caso en concreto. Son útiles para el efecto «clausulas especiales», tales como la confidencialidad, exclusividad, competencia, penales, modos, condiciones, lugares, plazos, solución de conflictos y demás.
Así tambien, tu asesor legal deberá tener la precaución de solucionar con anticipación, posibles controversias. La naturaleza del negocio podrá permitir adoptar oportunamente mecanismos contractuales adecuados. Por ejemplo, si en el peor de los escenarios, te diriges a una contienda judicial, una cláusula bien hecha te puede evitar meses de retardo y gastos excesivos. Recuerda hacer uso de las facilidades tecnológicas para las comunicaciones y la firma electrónica de tus contratos y documentos que oficialicen la relación con tus socios.
Si vas a entablar una relacion económica, asegúrate de que lleve todo lo que debe contener un contrato. Tambien observa que responda a las formalidades requeridas en el Ecuador para que tenga plena eficacia. Aunque un contrato puede hacerlo cualquier persona, te recomendamos la asesoría de nuestros profesionales del derecho. Nuestro equipo cuenta con la experiencia suficiente para componer contratos de alta complejidad, manejando cuidadosos estándares a la hora de plasmar la voluntad de las partes en cláusulas especiales.
Fabian soto cordero
master en derecho constitucional
Continúa leyendo
Es exactamente lo que las personas necesitan. Podemos entender que un contrato parece simple y puede ajustarse a un tipo de negocio jurídico, pero en algunos casos esos negocios exigen el acompañamiento de un abogado en razón de su importancia, complejidad, o naturaleza.