La creación de una compañía en Ecuador es mucho más rápida a raíz de la reforma a la Ley de Compañías que se realizó a finales del 2020. Junto con la reforma, llegó también la responsabilidad de asesorarse correctamente antes de constituirla, de lo contrario en lugar de ser una ayuda para tus negocios, puede convertirse en un dolor de cabeza.

Una perspectiva del despacho jurídico

Antes de la reforma, constituir una compañía en Ecuador tomaba al menos 15 días. Se acostumbraba a constituir una compañía de responsabilidad limitada o una sociedad anónima, aunque existían 5 opciones, esas dos eran las que más favorecían a la actividad empresarial. Un largo proceso de constitución de compañías, involucraba la demanda de tiempo del abogado y personal de su despacho. Además la complejidad del trámite exigía cierta experticia del abogado si se quería evitar contratiempos. Con todo este tortuoso escenario, no conozco un solo abogado que no se haya alegrado por la existencia de las SAS.

La reforma cambió el panorama de manera drástica y favorable para los empresarios. Entre otras cosas, casi se elimina la necesidad de contar con un abogado, ya que la Superintendencia de compañías ofrece un formulario para crear el contrato de constitución. Las personas pueden constituir compañías on Line, en 48 horas y sin gastar un solo dólar. Si no tienes firma electrónica, recomiendo fuertemente que consigas una y procedas con la constitución en línea porque la opción física es un tanto más engorrosa y toma más tiempo.

Sin embargo, aunque constituir una compañías es relativamente más sencillo que antes, aquí te dejo algunas consideraciones que debes tener en cuenta antes de que constituyas una y evites el riesgo de tener un lío al final del año fiscal. Con una correcta asesoría podrás saber si las compañías SAS son realmente convenientes para tus negocios.

Las SAS están obligadas a llevar contabilidad

Tener una compañía implica mucha más formalidad cuando se trata de números y control de la actividad comercial, si la comparas con la empresa de una persona natural. Muchos empresarios empiezan sus negocios utilizando su propio RUC, con el cual se tiene un régimen tributario muy distinto a la de las compañías. Antes de constituir una SAS en Ecuador, es primordial verificar si es conveniente para tu negocio. Verifica el costo mensual de un contador, ya que las declaraciones de IVA y ventas se deben presentar de forma mensual en los sistemas del SRI.

Además, al iniciar la actividad de la empresa, ésta debe constar con un balance inicial, mismo que debe ser actualizado anualmente por un contador y también tiene un precio. En caso de que olvides hacer esta actividad, tendrás que pagar multas por no hacer las declaraciones a tiempo y a la larga será mucho más caro. Además están obligadas a aportar con el pago de tasas para la Superintendencia de Compañías y se calcula en función de los ingresos.

Llevar contabilidad implica que la empresa debe tener un registro de ingresos y gastos y éste debe cuadrar al centavo. Si no tienes claro cuáles son tus proyecciones de ventas anuales, será un dolor de cabeza al final del año para ti y tu contador.

Las SAS tienen un régimen impositivo distinto

Por regla general, las empresas pagan más impuestos que las personas naturales, aunque te recomiendo asesorarte correctamente con expertos en finanzas o abogados tributarios para aprovechar descuentos en el pago de tributos.

El régimen impositivo además obliga que en algún momento, ciertas empresas sean calificadas como contribuyentes especiales o agentes de retención. Esto quiere decir que deberás ser cuidadoso a la hora de emitir y pagar facturas, pues un error en la emisión de documentos puede costarte dinero directamente de tu bolsillo.

Una vez evolucionado el negocio, ten en cuenta que ahora no serás dueño del negocio. Serás dueño de las acciones de la compañía, que a su vez es dueña del negocio. La cuantificación de tu patrimonio será distinta y por lo tanto tus declaraciones patrimoniales, también.

Libertad de negociación de las acciones

Como había explicado, antes de las SAS las opciones más usadas eran las compañías anónimas o de responsabilidad limitada. La diferencia entre una y otra básicamente radica en la importancia de sus socios. Las sociedades anónimas prefieren tener accionistas con dinero casi sin importar qué persona forma parte de la empresa. Las compañías limitadas resguardan a los socios, puesto que los convierte en escenciales y claves para el desarrollo de su actividad.

En el caso de las SAS, las acciones se pueden comercializar de manera libre y casi sin restricciones. Estamos hablando de que si una persona quiere vender sus acciones y a un tercero, generalmente podrá hacerlo sin problemas. Si una de las personas que conforman la sociedad es clave para giro comercial, debería tener una limitación para vender sus acciones. Hablemos de un negocio que se dedique a vender comida y las personas prefieren ese lugar porque el chef es famoso, sus recetas son apetecidas y han logrado crear una experiencia diferente para el cliente. Si el chef vende sus acciones y renuncia a la cocina, el restaurante perdería su activo intangible más importante. En este caso el riesgo de que el negocio pierda su potencia es muy alto y los socios podrían terminar perdiendo su dinero.

Por eso, antes de constituir la compañía, es necesario que los accionistas tengan claro qué es lo importante y reduzcan el riesgo sobre el capital que invierten. Para casos como el del ejemplo, las SAS pueden incorporar cláusulas que limiten la venta de acciones y otorgar seguridad jurídica a los inversores. Un buen contrato es clave para el futuro de tu negocio.

Marcas, permisos y registros

Una compañía es una persona jurídica, distinta a tu negocio ya existente. Si eres uno de esos emprendedores que inició su negocio con su RUC como persona natural y ahora da un siguiente paso para convertirse en compañía, ten en cuenta la compañía deberá obtener registros sanitarios, permisos de funcionamiento, licencias municipales y demás formalidades exigidas por la Ley.

En este momento deberás pensar también en la cesión de marcas registradas o proceder con el registro de una a nombre de tu empresa. Si tienes modelos de utilidad, patentes o derechos de autor sobre alguna creación artística, también deberás acomodar los contratos para proceder con el correcto registro de esos activos intangibles a nombre de tu compañía. El uso de marcas y permisos son claves para conocer si las compañías SAS son realmente convenientes para tu negocio.

Las formalidades exigidas por la ley para poder realizar actividades económicas, son de altísima importancia para tu empresa. Si descuidas estos permisos y registros, puedes llegar a tener graves problemas. Si crees que necesitas un análisis de la debida diligencia para transformar tu negocio, podemos asesorarte correctamente. Si quieres más información, puedes darle click a este enlace.

Si todavía tienes dudas sobre si las compañías SAS son realmente convenientes, no dudes en contactarnos haciendo click aquí para comunicarte directamente con uno de nuestros abogados o simplemente ve al botón de WhatsApp.

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